La Comisión Europea propuso un paquete de sanciones contra Israel en respuesta a sus operaciones militares en la Franja de Gaza, que incluye medidas comerciales y restricciones a altos funcionarios del gobierno de Benjamín Netanyahu.

El plan contempla un aumento de impuestos a determinadas importaciones israelíes, principalmente agrícolas, que encarecería en unos 227 millones de euros su costo en el mercado comunitario. Además, la propuesta incluye sancionar a dos ministros de extrema derecha del gabinete israelí: Itamar Ben-Gvir, responsable de Seguridad Nacional, y Bezalel Smotrich, titular de Finanzas, precisó un responsable comunitario.

“Quiero ser muy clara, el objetivo no es castigar a Israel. El objetivo es mejorar la situación humanitaria en Gaza”, afirmó la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, en una rueda de prensa en Bruselas. La funcionaria añadió que “todos coincidimos en que la situación en Gaza sigue yendo en la dirección equivocada. Debemos aprovechar las herramientas a nuestra disposición para presionar al Gobierno israelí a que cambie de rumbo”.

Una revisión interna de la UE concluyó que las acciones de Israel en Gaza violan el acuerdo de asociación con el bloque, que obliga a respetar los derechos humanos. Según Kallas, suspender las concesiones comerciales y sancionar a “ministros extremistas, colonos violentos y agentes de Hamás” enviaría un mensaje firme: “esta guerra debe terminar, el sufrimiento debe cesar y los rehenes deben ser liberados”.

La iniciativa, sin embargo, enfrenta un camino incierto. Para que la suspensión de beneficios comerciales entre en vigor, se requiere el respaldo de al menos 15 de los 27 Estados miembros, que en conjunto representen el 65% de la población de la UE.