Cinco militares fueron asesinados en dos ataques simultáneos perpetrados por civiles armados en los límites de Jalisco y Michoacán.
El primer incidente ocurrió en Chilchota, Michoacán, tres soldados fueron emboscados y asesinados mientras intentaban reparar su vehículo.
Al mismo tiempo en Guadalupe de Lerma, Jalisco, hombres armados atacaron a varios agentes de la Guardia Nacional, donde dos soldados fueron asesinados.
El gobierno de Michoacán afirmó que “las autoridades estatales y federales reforzaron sus labores operativas para la búsqueda y localización” de los culpables de estos ataques.
Más tarde, las autoridades informaron mediante un comunicado que detuvieron a cuatro de los presuntos culpables en la zona de los enfrentamientos, pero los soldados que perdieron la vida, no fueron mencionados.
Estos hechos ocurrieron en una región controlada por el Cártel Jalisco Nueva Generación, CJNG, designado como organización terrorista por Estados Unidos.
Desde el lanzamiento del polémico operativo militar antidrogas en diciembre de 2006, México ha sufrido casi 480,000 muertes violentas y alrededor de 120,000 desaparecidos, según cifras oficiales.