El reciente despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe ha generado preocupación en América Latina y llevó a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a convocar una reunión de emergencia de cancilleres, liderada por Colombia. El objetivo es analizar los movimientos de la Armada estadounidense y debatir posibles repercusiones sobre la seguridad y estabilidad regional.
Estados Unidos sostiene que la operación, que incluye destructores, un crucero lanzamisiles y un submarino nuclear, forma parte de su estrategia para combatir el narcotráfico. No obstante, la CELAC enfatiza que la región ha sido declarada zona de paz, y busca con esta reunión generar un espacio de diálogo y coordinación entre sus miembros sin la intervención directa de potencias extranjeras.
Venezuela criticó duramente la presencia militar, calificándola de amenaza y provocación. El gobierno de Nicolás Maduro aseguró que Washington busca presionar y controlar la región, mientras refuerza su despliegue fronterizo y activa milicias en el marco del »Plan Nacional de Soberanía y Paz». Mientras tanto Caracas también recordó la vigencia del Tratado de Tlatelolco, que prohíbe armas nucleares en América Latina y el Caribe.
La CELAC, que agrupa a 33 países latinoamericanos y caribeños, busca en esta reunión abrir un canal de coordinación y concertación regional frente a amenazas externas. La cita servirá para intercambiar puntos de vista, establecer acciones conjuntas y analizar cómo la presencia militar estadounidense puede impactar la cooperación regional y la lucha contra el crimen organizado.