La justicia argentina arrestó el miércoles al dueño y a responsables de dos laboratorios por su presunta vinculación con decenas de muertes atribuidas a lotes de fentanilo medicinal contaminado en varias provincias. Según la fiscalía, se investigan posibles desvíos de calidad en la producción.
En un dictamen, la fiscal calificó el caso como “criminalidad compleja” que involucra a numerosas víctimas y a un conglomerado empresarial, advirtiendo que la dimensión del brote aún no ha sido determinada. El gobierno de Javier Milei estimó la semana pasada en 100 las muertes desde mayo, aunque la fiscalía evitó precisar cifras.
Entre los detenidos figura Ariel García Furfaro, propietario de los laboratorios Ramallo y HLB Pharma, señalados como productores y distribuidores de los lotes contaminados con dos bacterias. HLB Pharma negó la acusación y sostuvo que una contaminación múltiple no es posible en el entorno de un laboratorio.
La investigación comenzó el 12 de mayo tras la denuncia del Hospital Italiano de La Plata, que reportó infecciones intrahospitalarias inusuales. Estudios posteriores confirmaron que las bacterias detectadas en pacientes coincidían genómicamente con las halladas en las ampollas incautadas en las sedes de las empresas.