Por diferencias con el presidente Gustavo Petro, la canciller de Colombia, Laura Sarabia, presentó su renuncia, marcando una nueva fractura dentro del inestable gabinete del mandatario, que ya ha tenido más de 50 cambios en tres años.

La salida de Sarabia ocurre tras una serie de desacuerdos internos, incluyendo la incorporación al gobierno de Armando Benedetti, actual ministro del Interior, a quien ella había denunciado penalmente por hostigamiento. La funcionaria también expresó su inconformidad con decisiones recientes que, según dijo, le impiden continuar respaldando el proyecto oficialista.

Además de su enfrentamiento con Benedetti, medios locales vinculan su dimisión con controversias sobre un contrato para pasaportes y la desautorización de medidas tomadas desde la Cancillería.

Tras conocerse la renuncia, el presidente Petro reaccionó en redes sociales, donde elogió su labor en la campaña y su capacidad organizativa. “Fue como una hormiguita organizadora”, escribió. 

Sarabia fue una de las figuras más cercanas a Petro durante su campaña presidencial. Desde entonces ocupó varios cargos de confianza, hasta ser nombrada jefa de la diplomacia en enero pasado.