El conflicto fronterizo entre Camboya y Tailandia se intensificó este sábado en su tercer día, dejando ya más de 30 muertos y cerca de 140.000 desplazados. Camboya solicitó formalmente un alto el fuego inmediato, mientras aún se espera una respuesta oficial por parte del gobierno tailandés.
Los enfrentamientos se extendieron a nuevas zonas, incluyendo la provincia tailandesa de Trat y la camboyana de Pursat. Ambos países se acusan mutuamente de haber iniciado las hostilidades.
Phnom Penh, capital de Camboya, denunció un ataque con artillería pesada, mientras que Bangkok asegura que solo respondió a una incursión en su territorio.
Según datos oficiales, Tailandia ha registrado 20 muertes entre civiles y militares, y Camboya reporta 13 fallecidos. Los desplazados han sido alojados en refugios improvisados como templos y escuelas, y la ONU ha intentado mediar sin éxito hasta el momento, al igual que el presidente Donald Trump que colocó un mensaje en sus redes sociales, solicitando un cese inmediato.
Las tensiones tienen raíces en disputas territoriales históricas, agravadas por incidentes recientes como explosiones de minas y ataques fronterizos.
