Un brote de sarampión se está propagando rápidamente en Texas, con casi medio centenar de casos confirmados en varios condados y la mayoría de los afectados sin protección inmunológica.
Un brote de sarampión en Texas, Estados Unidos ha alcanzado 48 casos confirmados, convirtiéndose en el más grave en casi tres décadas en el estado. La mayoría de los afectados son niños y adolescentes no vacunados, y trece personas han requerido hospitalización debido a complicaciones. El brote se concentra principalmente en el condado de Gaines, en una comunidad menonita con bajas tasas de vacunación.
Las autoridades de salud de Texas están colaborando con organismos locales para intensificar los esfuerzos de vacunación y educación, con el objetivo de contener la propagación del virus. Además, se han establecido clínicas de vacunación en áreas afectadas para facilitar el acceso a la inmunización.
El brote ha cruzado fronteras, con casos reportados en el condado de Lea, Nuevo México. Un adolescente no vacunado fue diagnosticado con sarampión, sin antecedentes de viajes recientes ni contacto conocido con los casos de Texas, lo que sugiere una posible transmisión comunitaria no detectada.
Expertos en salud pública atribuyen la rápida expansión del brote a la disminución en las tasas de vacunación y al alto nivel de contagio del virus. El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que puede prevenirse con la vacuna triple viral, la cual es efectiva en un 97% con dos dosis administradas.
Entre las complicaciones más comunes del sarampión se encuentran la neumonía y la encefalitis. De aquí la importancia de la vacunación, ya que no solo protege a quienes la reciben, sino que también contribuye a la inmunidad colectiva, esencial para prevenir futuros brotes de estas enfermedades.