El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, volvió a pedir este lunes a Estados Unidos que acepte dialogar sobre los nuevos aranceles del 50% a productos brasileños, que entrarán en vigor el 1 de agosto. Lula instó a su homólogo Donald Trump a sentarse a negociar, afirmando que «en el mundo civilizado» las diferencias deben resolverse por la vía diplomática.
Los aranceles fueron anunciados inicialmente en abril con una tasa del 10%, pero Trump los elevó al 50% en julio, alegando una supuesta persecución política contra Jair Bolsonaro. Lula calificó ese argumento como un “chantaje inaceptable”.
Brasil asegura estar dispuesto a negociar un acuerdo comercial, pero hasta ahora no ha recibido una respuesta formal por parte de Washington.
Mientras tanto, el vicepresidente Geraldo Alckmin afirmó que hay conversaciones en curso por canales oficiales y de forma reservada, aunque reconoció que el tiempo apremia.
Estados Unidos es el tercer mayor socio comercial de Brasil, y los nuevos aranceles afectarían fuertemente a sectores clave como el agropecuario y el aeronáutico. Ante esta situación, el gobierno brasileño elabora un plan de contingencia en caso de que no se logre una solución antes del viernes.
