El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no estará presente en la fase final del juicio que enfrenta ante el Supremo Tribunal Federal, la cual comenzó este martes en Brasilia y se extenderá hasta el 12 de septiembre.

Aunque se trata de una etapa clave del proceso en su contra por presunta conspiración para impedir la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva tras las elecciones de 2022, la normativa del tribunal no exige su comparecencia.

Bolsonaro, quien permanece en arresto domiciliario desde principios de agosto y porta una tobillera electrónica, enfrenta cargos que podrían costarle hasta 43 años de prisión. El exmandatario sostiene su inocencia y afirma ser objeto de una persecución política.

Durante esta fase, los jueces del Supremo Tribunal, deliberarán para decidir si Bolsonaro y otros siete exfuncionarios de su gobierno son culpables de intentar subvertir el orden democrático.

En previsión de la etapa final del juicio, el magistrado encargado del caso, Alexandre de Moraes, ordenó reforzar la seguridad en los alrededores del domicilio del exmandatario ante lo que calificó como un “riesgo de fuga”.

El resultado de este juicio será crucial para determinar si Bolsonaro es condenado por su papel en los intentos de revertir los resultados electorales. Además, marcará un precedente importante sobre cómo la justicia brasileña responde a posibles amenazas contra el sistema democrático del país.