El gobierno de Costa Rica se encuentra en alerta ante la creciente ola de homicidios en el país, una tendencia, que de mantenerse así, se proyecta a superar las cifras alcanzadas en el 2024, año que fue catalogado como el segundo más violento en su historia.
Para las autoridades costarricenses las cifras de homicidios son alarmantes y para 2025 las proyecciones apuntan a que podría empeorar. Y es que el gobierno estima que las muertes violentas en Costa Rica podrían alcanzar entre 900 y 950 casos.
El Organismo de Investigación Judicial, OIJ, ha manifestado su preocupación por la falta de recursos para combatir esta escalada delictiva. Según esta institución, se necesita un mayor presupuesto para fortalecer su capacidad operativa.
El narcotráfico sigue siendo el principal motor de la violencia en el país, con más del 70% de los homicidios atribuidos a ajustes de cuentas entre bandas. En enero de 2025, se registraron 32 asesinatos vinculados a disputas del crimen organizado, seguidos de 14 casos por riñas y 8 relacionados con violencia doméstica. Costa Rica, tradicionalmente considerado un país seguro en la región, ha visto cómo esta tendencia amenaza su estabilidad.
El país cerró el 2023 con 907 homicidios, la cifra más alta en su historia, y aunque en 2024 hubo una leve reducción a 880, la violencia sigue en aumento. Con un inicio de año ya marcado por un incremento de asesinatos en comparación con 2024, Costa Rica enfrenta el desafío de evitar que 2025 se convierta en el año más violento registrado en su historia.