Comunidades rurales de Estados Unidos han documentado la presencia de animales a los que han denominado “zombies”.

Todo inició cuando descubrieron un conejo con protuberancias similares a tentáculos mayormente en el rostro y cabeza del animal. Parecía un caso aislado, pero poco a poco los reportes de otras especies con las mismas características incrementó.

En las últimas semanas se han identificado siervos con el mismo tipo de deformaciones cutáneas, en algunos casos similares a tumores o bultos en la piel; y ardillas con verrugas.

Una de las mayores cadenas de vida silvestre, National Geographic, apunta que las apariciones de animales con estas condiciones comenzaron a documentarse hace al menos dos años.

Profesionales en sanidad animal explicaron que estas protuberancias no corresponden a mutaciones, sino a enfermedades virales propias de ciertas especies. En el caso de los conejos y ardillas, los brotes se relacionan con la fibromatosis viral o con formas de viruela específicas de la fauna.

Los expertos señalan que la evolución natural de la enfermedad suele durar entre cuatro y ocho semanas, y en la mayoría de los casos los animales logran recuperarse sin necesidad de intervención. Sin embargo, en episodios graves, los tumores pueden afectar órganos internos, causando letargo y debilitamiento.

Las autoridades y especialistas aclararon que no existe riesgo de contagio para humanos ni para animales domésticos como perros y gatos.

Entre las medidas de prevención, los expertos sugieren evitar espacios donde los animales silvestres puedan contagiarse, como comedores de aves abiertos que también son frecuentados por conejos y ardillas.