Las fuertes lluvias que azotaron el estado de Níger en Nigeria han dejado un trágico saldo de al menos 117 fallecidos, según confirmaron este viernes autoridades locales.
El agua arrasó con comunidades enteras en el área de Mokwa, donde varios barrios quedaron completamente anegados por el desbordamiento del río Níger. La situación tomó por sorpresa a los habitantes, muchos de los cuales no lograron escapar a tiempo.
Las labores de rescate se han intensificado en las zonas más afectadas, donde continúan las búsquedas entre los escombros de viviendas arrastradas por la corriente. Equipos de emergencia lograron salvar a algunas personas, incluidos niños, pero aún hay desaparecidos. Las autoridades regionales estiman que decenas de familias quedaron sin hogar, mientras los centros de evacuación apenas logran atender la creciente demanda.
Ante la magnitud del desastre, organizaciones como la Cruz Roja y cuerpos de defensa civil han desplegado ayuda humanitaria, aunque los accesos complicados y la falta de infraestructura dificultan la asistencia. Evidenciando la vulnerabilidad de las regiones rurales frente a fenómenos climáticos extremos y plantea interrogantes sobre las medidas de prevención en zonas propensas a inundaciones.
