Un niño de 12 años murió y al menos 12 personas resultaron heridas tras un ataque con drones en el corregimiento Versalles, zona rural de Tibú, Norte de Santander, en la mañana del viernes.
Según autoridades locales, el incidente ocurrió cuando una granada de mortero lanzada desde un dron impactó una vivienda en la vereda Veinte de Julio, donde se encontraba el menor identificado como Luis Antonio Aragón Vaca y su madre, Marli Floredis Aragón Vaca, quien también resultó herida.
De acuerdo con testimonios de la Asociación Campesina del Catatumbo, el ataque habría sido ejecutado por grupos armados del frente 33 de las disidencias de las FARC o del ELN, que mantienen una violenta disputa por el control del territorio.
El uso de drones cargados con explosivos por parte de estos grupos ha emergido como una nueva táctica de guerra, causando graves daños a la población civil. Desde marzo, al menos seis personas, incluidos tres militares, han muerto en ataques similares en la región.
La violencia en el Catatumbo, una de las regiones más afectadas por el conflicto armado en Colombia, ha aumentado significativamente desde enero, cuando se intensificaron los enfrentamientos. Desde entonces, se han reportado más de 117 homicidios, decenas de secuestros y miles de desplazamientos, según datos de la Defensoría del Pueblo.