El presidente de Argentina, Javier Milei, anunció que su país trasladará su embajada a Jerusalén en 2026. El anuncio lo hizo durante un discurso en el parlamento israelí (Knesset), donde criticó duramente el antisemitismo y la «corrupción» de los valores occidentales, acusando a la izquierda global de aliarse con Hamás.
Milei enfatizó que Argentina «no se quedará de brazos cruzados» y que «levantará su voz en defensa de sus semejantes», mostrando así un compromiso claro con la postura de Israel. En su discurso, el presidente argentino elogió a Israel por ser un bastión de democracia en una región a menudo percibida como hostil.
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También resaltó una serie de «milagros» israelíes que, según él, demuestran su resiliencia y progreso: desde la formación del estado, su victoria en la Guerra de Independencia, hasta su surgimiento como líder tecnológico global y las exitosas reformas económicas de los años 80 que le permitieron superar la hiperinflación.
Líderes israelíes como el presidente de la Knesset, Amir Ohana, el primer ministro Benjamin Netanyahu, y el líder de la oposición, Yair Lapid, elogiaron a Milei por su decisión y su apoyo incondicional a Israel. Netanyahu agradeció a Milei por su postura clara frente a la agresión del 7 de octubre, calificándola de «batalla total contra el barbarismo».
