Una operación conjunta entre la Guardia Civil, la Policía Nacional y el servicio de Vigilancia Aduanera logró desarticular una red criminal que se dedicaba a explotar sexualmente a mujeres en varias provincias de España.
En total, se rescató a 162 mujeres, en su mayoría de origen sudamericano, que eran obligadas a ejercer la prostitución en condiciones de vulnerabilidad y sin documentos legales.
Durante el operativo, las autoridades detuvieron a 37 personas en Valencia, Málaga, Murcia, Castellón y Alicante. De ellas, nueve ya se encuentran en prisión preventiva. Además, se realizaron 39 registros en inmuebles utilizados como prostíbulos que habían sido adquiridos o alquilados por la organización.
La investigación comenzó gracias a la denuncia de tres mujeres que lograron escapar y alertaron a la policía sobre el funcionamiento del grupo delictivo. La mayoría de las mujeres rescatadas vivían en condiciones precarias, bajo vigilancia constante.