Al menos tres sismos fuertes, con magnitudes de 5.2, 5.6 y 3.5, con epicentro principal en el departamento de Escuintla, otro de 4.1 en Sacatepéquez y con casi 40 replicas hasta las 7 de la noche del martes, fueron sentidos en varias regiones de Guatemala, activando una Alerta Naranja Institucional por parte de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, CONRED. Los movimientos provocaron escenas de pánico, daños estructurales y heridos, aunque las autoridades confirmaron que no se han registrado víctimas mortales hasta el momento.
Entre los daños reportados se cuentan derrumbes de fachadas, colapso parcial de estructuras y cortes en carreteras en los departamentos más afectados. Dos personas quedaron soterradas en incidentes distintos en Palín y San Cristóbal el Alto, pero ambas fueron rescatadas con vida y trasladadas a hospitales. Además, se atendió a varios lesionados por crisis nerviosas, caídas y otros accidentes derivados del temblor.
El presidente Bernardo Arévalo decretó la suspensión de clases en todo Escuintla y en varios municipios del departamento de Guatemala para este miércoles, mientras equipos de socorro permanecen desplegados en las zonas impactadas. La Feria Internacional del Libro en Guatemala también suspendió sus actividades del día como medida preventiva.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Sismología, los eventos fueron originados por la activación de fallas geológicas corticales locales, típicas en una región donde confluyen las placas tectónicas del Caribe y de Cocos. Las autoridades recalcaron que no se trata de actividad volcánica directa y exhortaron a la población a mantener la calma, seguir los protocolos de seguridad y tener preparada la llamada “mochila de las 72 horas” ante posibles réplicas.