Este domingo, Alemania celebra los comicios generales que marcarán el rumbo del país con la elección de un nuevo canciller y la conformación de una nueva coalición de gobierno. Según los sondeos, los principales temas que han dominado la campaña son la inmigración y la recuperación económica, dos asuntos clave que han polarizado a los votantes.

Uno de los factores más polémicos de la campaña ha sido la intervención del empresario Elon Musk, quien expresó su apoyo a la ultraderechista Alternativa para Alemania, AfD. Este respaldo generó un intenso debate en el país sobre el auge de la extrema derecha y su impacto en la política alemana. Por su parte, el canciller Olaf Scholz calificó como «repugnante» cualquier apoyo a estas posturas, en un intento por reforzar la posición de su partido, el SPD, que ha perdido apoyo en los últimos meses.

Los candidatos con mayores posibilidades de liderar el nuevo gobierno incluyen a Friedrich Merz, de la Unión Cristianodemócrata, CDU, quien lidera las encuestas con una postura más rígida sobre la inmigración; Alice Weidel, de la AfD, quien ha centrado su campaña en cerrar las fronteras; y el actual canciller Olaf Scholz, cuyo partido socialdemócrata enfrenta una dura caída en los sondeos. También juega un papel clave el líder de los Verdes, Robert Habeck, quien podría ser decisivo en la formación de la próxima coalición de gobierno.

Más allá de la cuestión migratoria, la economía ha sido otro de los grandes temas de estas elecciones. Alemania enfrenta un segundo año consecutivo de contracción económica, afectada por la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania y la creciente competencia de China en el sector automotriz. Estas dificultades han generado un descontento generalizado con el actual gobierno de coalición liderado por Scholz.

Los resultados de estas elecciones determinarán el futuro político de Alemania, aunque la formación del próximo gobierno podría tardar semanas o incluso meses. Como es tradición en la política alemana, el nuevo gobierno será el resultado de negociaciones entre diferentes partidos para formar una coalición estable, dejando fuera a la ultraderecha de la AfD, que sigue siendo rechazada por la mayoría de las fuerzas políticas