Al menos 110 personas han muerto y más de 40 resultaron heridas tras las intensas lluvias que azotaron la localidad de Kasaba, en el este de la República Democrática del Congo. El desbordamiento del río Kasaba arrasó con más de 150 viviendas y dejó a unas 850 personas sin hogar.

Sami Kalonji, administrador del territorio de Fizi, confirmó la magnitud de la tragedia y solicitó al gobierno central el envío de equipos de búsqueda, así como apoyo logístico para el entierro de las víctimas. Las lluvias comenzaron la noche del jueves, y desde entonces se mantienen las labores de emergencia.

 

Las tareas de rescate han enfrentado serias dificultades debido al colapso de infraestructuras y la interrupción de las comunicaciones en la región. La Cruz Roja es la única organización presente en la zona, colaborando con las autoridades locales para localizar desaparecidos y brindar asistencia a los afectados.

 

Esta catástrofe se suma a recientes inundaciones en Kalemie, provincia de Tanganyika, donde también se reportaron víctimas y daños en viviendas, carreteras, centros de salud y escuelas. La región oriental del país continúa siendo una de las más vulnerables, no solo ante desastres naturales, sino también por su prolongada crisis humanitaria.