Una mañana que prometía ser normal se convirtió en una pesadilla en el distrito de Lend, en Graz, Austria, luego de un tiroteo masivo en una escuela secundaria. El incidente, ocurrido alrededor de las 10:00 a.m. de este martes, y ya ha dejado un saldo lamentable de al menos diez personas fallecidas, incluyendo al presunto atacante, que luego de cometer el acto, se suicidó. La policía local, que mantiene un fuerte despliegue en la zona, aún no ha confirmado la cifra oficial de víctimas.

Imagen

Testigos relatan haber escuchado al menos veinte disparos, lo que desató la alarma y movilizó rápidamente a las autoridades. Al llegar a la institución, se confirmó la magnitud del suceso, uno de los peores tiroteos en la historia del país. Además de los fallecidos, se reportan al menos 28 heridos, según medios locales, al menos cuatro de ellos se encuentran en estado crítico. Entre los afectados hay tanto estudiantes como profesores, de acuerdo con información de la policía.

El portavoz policial Fritz Grundnig informó preliminarmente que el presunto autor del tiroteo, se trata de un exalumno de 22 años, fue encontrado sin vida en los baños del establecimiento. La policía continúa con la evacuación exhaustiva del edificio, ubicado en la calle Dreierschützengasse, donde se encuentra la escuela BORG.

Al menos 10 muertos en un ataque a tiros en un colegio de Austria

Numerosas unidades policiales y el equipo de élite Cobra están en el lugar, y se ha pedido a la población evitar la zona mientras la operación sigue en curso. Ademas la Cruz Roja ha desplegado un vasto equipo de paramédicos y personal de intervención en crisis, con 158 paramédicos y 31 miembros adicionales, una cifra que se espera aumente dada la cantidad de personas afectadas. Se han movilizado 65 ambulancias de ocho distritos para atender la emergencia.

Las primeras reacciones no se han hecho esperar. El canciller austriaco Christian Stocker expresó en un comunicado en X que el tiroteo es «una tragedia nacional que conmociona profundamente a todo el país». Añadió que «no hay palabras para describir el dolor y el agravio que todos nosotros, toda Austria, sentimos ahora».