American Eagle salió al paso de la controversia generada por su reciente campaña publicitaria “Sydney Sweeney Has Great Jeans”, afirmando que no ofrecerá disculpas y que el foco siempre estuvo en resaltar sus vaqueros. “Nos centramos en los jeans. Su historia. Great jeans look good on everyone”, expresó la marca.
Las críticas estallaron por el juego de palabras entre “jeans” (vaqueros) y “genes” (genética), sumado a la elección de una modelo rubia de ojos azules, lo que muchos interpretaron como una exaltación de estándares eurocéntricos e incluso eugenésicos. Una frase del anuncio —“Genes are passed down… My jeans are blue”— fue vista como una posible alusión a la superioridad genética.
Expertos en marketing consideran que este tipo de campañas pueden ser producto de falta de diversidad en los equipos creativos, estrategias provocadoras deliberadas o simplemente insensibilidad cultural. En redes sociales, la campaña fue acusada de hacer eco de simbología fascista y propaganda nazi.
Pese a la controversia, la acción publicitaria logró un efecto positivo para la marca: las acciones de American Eagle se dispararon hasta un 11 % desde su lanzamiento el 23 de julio, lo que refuerza su decisión de no retractarse ni modificar el contenido difundido.