El Gobierno de Bolivia expresó su enérgico rechazo a las declaraciones de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, quien afirmó que su país habría corrido el riesgo de convertirse en un “estado fallido” como Bolivia, Cuba o Venezuela. La Cancillería boliviana calificó los comentarios como inadmisibles y solicitó una explicación formal a través de canales diplomáticos.
El vicecanciller Elmer Catarina confirmó la convocatoria al encargado de negocios de Perú en La Paz, Carlos Montoya, para manifestar el malestar oficial. Además, se pidió un informe a la diplomática boliviana en Lima, Eva Chuquimia, sobre la situación del impasse bilateral. “Nos sorprenden profundamente estas declaraciones, justo cuando el nivel de cooperación y coordinación con Perú es alto y constante”, señaló Catarina.
Las tensiones se producen a pocos días de la celebración del bicentenario de Bolivia, al que Perú había confirmado su participación con una delegación oficial. Bolivia recordó los vínculos históricos y los acuerdos en temas fronterizos, económicos y medioambientales, como el compartido lago Titicaca, al advertir que los dichos de Boluarte afectan una relación considerada estratégica en la región.
El discurso de Boluarte ante el Congreso peruano, en el marco de las fiestas patrias, se centró en defender la legitimidad de su Gobierno y responder a las críticas de sectores opositores. Sin embargo, sus alusiones a países vecinos como “estados fallidos” revivieron episodios previos de fricción, como la acusación en 2023 sobre el presunto ingreso ilegal de municiones desde Bolivia durante las protestas en el sur del Perú.
Desde la llegada al poder de Boluarte en 2022, las relaciones exteriores de Perú han sido objeto de controversia, especialmente con gobiernos de izquierda.