Los vuelos de deportación comenzaron esta semana desde el recién inaugurado centro de detención migratoria “Alligator Alcatraz”, ubicado en una antigua pista aérea entre los humedales de los Everglades, confirmó el gobernador de Florida, Ron DeSantis. Según declaró en conferencia de prensa, los traslados aéreos ya están en marcha y se incrementarán en los próximos días.
La instalación, operativa desde el 3 de julio, cuenta actualmente con capacidad para albergar a 2 mil personas y espera duplicar ese número. DeSantis anunció también que, próximamente, miembros de la Guardia Nacional actuarán como jueces migratorios para acelerar el proceso de expulsión, tras la aprobación del presidente Donald Trump durante su visita al sitio a principios de mes.
La reactivación de las deportaciones ocurre en medio de crecientes críticas de activistas, organizaciones de derechos humanos y familiares de los detenidos, quienes han calificado el centro como un “campo de concentración” y han denunciado condiciones inhumanas. Desde su apertura, se han documentado más de mil detenciones y al menos seis hospitalizaciones.
La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, exigió este viernes acceso inmediato al centro para realizar inspecciones ante reportes de posibles abusos. Mientras tanto, el gobierno estatal defiende la medida como parte de su estrategia para reforzar la política migratoria federal, citando el bloqueo de más de 18 mil llegadas ilegales en las costas de Florida.