Una mujer llevó al límite la idea de alejarse de lo ruidoso de la ciudad y convirtió una cueva en el hogar donde vivió junto a sus dos hijas. Sucedió en un bosque al sur de India. Nina Kutina de 40 años dijo que sus hijas se bañaban en una cascada, compraba alimento en un pueblo cercano y que la infancia de sus niñas era feliz, rodeadas de la naturaleza.
Kutina agregó que allí había nacido una de sus hijas y desmintió que se tratara de un ritual espiritual, sino que simplemente son felices viviendo en medio de la naturaleza.
Pero la historia no acaba ahí. Resulta que ella no tiene documentos para estar en India, ya que su visado venció hace 7 años, por lo que fueron trasladadas a un centro para extranjeros en Bangalore a la espera de ser deportadas.
Mientras tanto, el papá de las niñas, un empresario israelí, apareció diciendo que quiere la custodia y que no permitirá que las manden a Rusia. Nina kutina dijo que ha vivido en al menos 20 países de la misma forma y que simplemente volvió a India “por amor al país”.