El Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó este lunes una guía para implementar la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que establece al inglés como idioma oficial del país. La medida ordena a las agencias federales reducir al mínimo los servicios multilingües no esenciales y canalizar recursos hacia la enseñanza y asimilación del inglés.
La fiscal general, Pam Bondi, defendió la iniciativa como un paso necesario para eliminar políticas que favorecen la división cultural dentro del aparato estatal. Por su parte, la fiscal adjunta Harmeet Dhillon recalcó que, aunque se respeta la diversidad lingüística, el dominio del inglés es clave para la integración económica y cívica de los inmigrantes.
Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes advirtieron que la eliminación de servicios en otros idiomas podría excluir temporalmente a millones de residentes con dominio limitado del inglés, al obstaculizar su acceso a servicios esenciales como salud, seguridad social y programas educativos. Aun así, el memorando oficial reconoce esa realidad y alienta a las agencias a garantizar una transición gradual, con excepciones en casos críticos.
El documento también detalla que las agencias deberán evaluar qué programas pueden operar exclusivamente en inglés y utilizar tecnologías como la inteligencia artificial para reducir costos de traducción. El Departamento de Justicia aseguró que el gobierno tiene previsto apoyar a los estadounidenses con herramientas educativas que les permitan aprender inglés y participar plenamente en la vida cívica.
Con esta guía, la administración Trump pone fin a la orden ejecutiva firmada en 2000 por el entonces presidente Bill Clinton, que exigía ampliar los servicios en varios idiomas para personas con dominio limitado del inglés.