La comunidad de San Cristóbal de la Barranca, en Jalisco, fue puesta en alarma este fin de semana ante el hallazgo de cuatro miembros de una familia asesinados y arrojados a un barranco, mientras un niño de nueve años logró escapar herido y alertar a las autoridades. Las víctimas incluyen a un hombre de 35 años, una mujer de 34, un adolescente de 13 y un niño de apenas dos años y nueve meses, confirmó la Fiscalía estatal.

Los cuerpos presentaban lesiones por proyectiles de arma de fuego y fueron localizados por la Agencia del Ministerio Público de Tequila, en un paraje cercano al kilómetro 23 de la carretera federal. Debido a la gravedad del caso, la investigación fue asumida por la vicefiscalía de Investigación Criminal Especializada, que desplegó peritos y agentes de la Unidad de Homicidios Intencionales para recabar pruebas y testimonios.

De acuerdo con los primeros reportes, el ataque habría ocurrido dentro del domicilio familiar y los cuerpos fueron posteriormente arrojados al barranco, en un aparente intento por encubrir el crimen. El niño sobreviviente fue clave para dar aviso y encaminar a las autoridades hacia la escena, un gesto de valentía que ha conmovido a la opinión pública.

El multihomicidio se suma a otros casos recientes de asesinatos de menores en el país, como el feminicidio múltiple en Hermosillo, Sonora, donde tres niñas fueron halladas muertas a principios de julio. Organizaciones civiles han advertido sobre la frecuencia alarmante de estos crímenes: al menos 332 menores han sido víctimas de homicidio doloso solo en los primeros cinco meses del año, según datos de Causa en Común.