El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este sábado que impondrá un arancel del 30 % a todas las importaciones procedentes de México y de la Unión Europea a partir del 1 de agosto, luego de semanas de negociaciones infructuosas para alcanzar nuevos acuerdos comerciales con sus principales socios. Las medidas fueron comunicadas a través de cartas publicadas en su cuenta en la red Truth Social.
En su mensaje dirigido a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, Trump dijo que, si bien reconoce avances en la colaboración fronteriza, considera insuficientes los esfuerzos del país en la lucha contra los cárteles y el tráfico de fentanilo. “Estas tarifas podrán ser modificadas, hacia arriba o hacia abajo, dependiendo de nuestra relación con su país”, escribió el mandatario.
Para la Unión Europea, la decisión llegó después de que las conversaciones para un acuerdo marco se estancaran. El bloque de 27 países, que había confiado en lograr un pacto para eliminar aranceles industriales mutuos, ahora enfrenta la amenaza de un fuerte golpe a su competitividad frente al Reino Unido, que ya cuenta con un acuerdo preferencial con Washington.
Los nuevos aranceles forman parte de una serie de incrementos recientes con los que Trump pretende presionar a diversos países para abrir más sus mercados a los productos estadounidenses. Solo en los últimos días, el presidente ya había adelantado medidas similares contra Japón, Corea del Sur y Brasil, entre otros. Según cifras del Tesoro, los ingresos por aranceles estadounidenses ya superaron los 100.000 millones de dólares en lo que va del año fiscal.
La administración Trump ha dejado abierta la posibilidad de ajustes o nuevas negociaciones antes de la fecha de entrada en vigor de las medidas. No obstante, analistas coinciden en que esta estrategia incrementa la incertidumbre comercial y podría desencadenar represalias de los afectados, con potencial impacto en las cadenas globales de suministro y en los mercados financieros internacionales.