Erin Patterson, de 49 años, fue declarada culpable de asesinar a tres familiares de su exesposo y de intentar matar a un cuarto, tras servirles un almuerzo con hongos venenosos en su casa de Leongatha, en el estado australiano de Victoria. La sentencia, que podría incluir cadena perpetua, se dará a conocer en los próximos días.

 

El jurado, compuesto por doce miembros, deliberó durante seis días tras un extenso juicio de diez semanas, concluyendo por unanimidad que Patterson actuó de manera deliberada. Las víctimas, entre ellas los padres de su exmarido y la hermana de su exsuegra, murieron en agosto de 2023 por intoxicación con Amanita phalloides, un hongo letal que les provocó fallos hepáticos irreversibles.

Durante el proceso, la fiscalía sostuvo que Patterson planeó el crimen tras localizar los hongos a través de una plataforma digital, cocinarlos en un Beef Wellington y fingir que ella también había enfermado para despistar a las autoridades. La mujer incluso se deshizo de un deshidratador de alimentos con rastros de las toxinas para encubrir su responsabilidad.

La defensa, por su parte, alegó que todo se trató de un terrible accidente y que su clienta mintió a la policía por miedo a las consecuencias legales. Sin embargo, las pruebas forenses y las inconsistencias en su relato pesaron más para el jurado, que la halló culpable.