En lo que va de 2025, las pandillas han dejado más de 4,800 muertos en Haití, entre octubre de 2024 y junio de este año, en una violencia que se ha expandido más allá de Puerto Príncipe hacia las rutas del país, según un informe de la ONU. Este aumento desproporcionado en los homicidios ha provocado el desplazamiento interno de más de 1,3 millones de personas, intensificando la crisis humanitaria y bloqueando el acceso a servicios básicos como salud y educación.
La escalada del conflicto en Haití llevó a líderes regionales del Caribe a comprometerse en Montego Bay a una estrategia conjunta contra las bandas armadas. Jamaica, Antigua y Barbuda, y San Cristóbal y Nieves, entre otros, respaldaron una respuesta coordinada, que incluyó la comparativa con la «guerra contra el terrorismo», y reconocieron que el flujo de armas y drogas agrava la situación.
La ONU alerta que menos del 25 % de los hospitales en los alrededores de Puerto Príncipe están operativos, mientras miles de civiles huyen de hogares arrasados por la violencia. El informe insta a una mayor implicación internacional para reforzar la misión de seguridad regional, mejorar la infraestructura y restaurar el orden en zonas bajo fuerte control criminal.