El Reino Unido devolverá a Francia a quienes crucen ilegalmente el Canal en pequeñas embarcaciones, a cambio de recibir a un solicitante por vía segura y legal. Así lo establece un nuevo acuerdo migratorio entre el primer ministro Keir Starmer y el presidente Emmanuel Macron, en un intento por reducir los cruces irregulares y frenar a las mafias de tráfico humano.

El plan piloto contempla devoluciones semanales limitadas y el ingreso controlado de migrantes con vínculos familiares en el Reino Unido. Solo podrán acceder al programa quienes no hayan intentado ingresar ilegalmente y cumplan con criterios específicos definidos por Londres.

La iniciativa surge en medio de un repunte migratorio: más de 21.000 personas han cruzado el Canal en lo que va del año, cifra que representa un aumento del 50 % frente a 2024. En ese mismo periodo, al menos 86 personas han muerto en su intento por llegar a territorio británico.

Este mecanismo de «uno por uno» busca reemplazar políticas más controvertidas, como el plan de deportaciones a Ruanda. 

Las autoridades británicas y francesas esperan reducir significativamente el flujo irregular, que solo en julio ha superado los mil cruces en una semana.