En El Salvador las pandillas continúan realizando esfuerzos por reorganizarse, así lo confirmó el presidente del país centroamericano, Nayib Bukele, quien ordenó instalar un nuevo cerco de seguridad en San Bartolo, un pequeño cantón ubicado al oriente de la capital.

1,500 soldados y 500 policías fueron desplegados en respuesta a un supuesto intento de resurgimiento de una estructuras delincuencial. El operativo inició el fin de semana, según informó el mandatario Nayib Bukele a través de sus redes sociales. El jefe de Estado advirtió que no permitirán que “se reorganicen” ni que continúen sembrando temor en la comunidad.

El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, y el ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy, supervisaron en terreno el operativo. Ambos coincidieron en que el objetivo es “localizar y capturar a los remanentes de pandillas que aún intentan causar daño a los salvadoreños de bien”. Se han instalado retenes vehiculares donde se revisan documentos de identidad y antecedentes, mientras que unidades blindadas patrullan las zonas más conflictivas.

Como primer resultado del operativo, las autoridades confirmaron la detención de un sospechoso identificado como René Alejandro, alias “Pirata” o “Mapachín”, vinculado a la pandilla MS‑13, quien fue capturado en la mañana del lunes. Se le acusa de pertenecer a agrupaciones ilícitas y será llevado a prisión. 

Esta es la primera gran operación de este tipo en 2025 bajo el marco del Plan de Control Territorial y el estado de excepción vigente desde marzo de 2022. Las cifras oficiales destacan una reducción de homicidios y otros delitos, así como el debilitamiento de las estructuras pandilleriles.

El gobierno asegura que esta estrategia es clave para consolidar los logros en seguridad, manteniendo el país “como el más seguro del continente”, tal como lo destaca Bukele.