Irán extiende sus ataques a otros países donde hay bases estadounidenses en represalia por el bombardeo ejecutado el fin de semana por el gobierno de Donald Trump.

 

El ejército iraní llevó a cabo un ataque con misiles contra la base aérea estadounidense de Al Udeid, en Qatar.

Qatar calificó el ataque de «violación flagrante» de su soberanía y del espacio aéreo del país, así como del derecho internacional. Añadió que «se reserva el derecho» a responder.

La noticia del ataque se viralizó rápidamente después de que se escucharon explosiones en la capital qatarí tras la amenaza de Teherán de tomar represalias por bombardeos aéreos ejecutados por Estados Unidos el fin de semana.

El propio presidente de Irán, Masud Pezeshkian, había insistido esta misma tarde en la red social X de que la “agresión” estadounidense no quedaría impune. “Defenderemos la seguridad de esta amada nación y responderemos a cada herida en el cuerpo iraní con fe, sabiduría y determinación”.

Las autoridades estadounidenses dijeron que ningún miembro del personal estadounidense había muerto o resultado herido en la base aérea, la mayor instalación militar estadounidense en Oriente Medio.

Israel ha incrementado sus operaciones en territorio iraní, lo que ha llevado al gobierno de Teherán a redoblar sus amenazas no solo contra Estados Unidos, sino también contra el Estado hebreo. Desde el inicio de la guerra, Irán ha respondido con el lanzamiento de misiles y drones hacia Israel, una táctica que busca tanto disuadir nuevas agresiones como demostrar la capacidad de respuesta del país persa.

Uno de los escenarios más preocupantes que se barajan en este contexto es el posible cierre del estrecho de Ormuz por parte de Irán. Este paso marítimo, situado en el golfo Pérsico, es una vía estratégica por la que transita aproximadamente una quinta parte de la producción mundial de petróleo.