En una operación conjunta entre autoridades federales y elementos del Ejército, fue descubierto un narcotúnel de más de 300 metros de longitud en Tijuana, Baja California, con salida hacia San Diego, California.

El túnel fue hallado dentro de un inmueble ubicado en una zona identificada como bastión del Cártel de los Arellano Félix y durante el cateo, también se aseguraron varias dosis de metanfetamina.

Según información de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, este pasadizo fue detectado a inicios de abril por agentes de la Patrulla Fronteriza en San Diego, cuando aún se encontraba en proceso de construcción.

Al inspeccionar la estructura, las autoridades constataron que ésta contaba con infraestructura avanzada, como iluminación, ventilación, cableado eléctrico y un sistema de rieles diseñado para el traslado de grandes volúmenes de droga.

Aunque aún no estaba terminado, las autoridades subrayaron que el túnel se internaba más de 300 metros en territorio estadounidense y destacaron su nivel de complejidad, calificándolo como una construcción “altamente sofisticada”.

Con una altura de 107 centímetros y un ancho de 71 centímetros. En su sección más profunda, la estructura se encontraba a aproximadamente 15 metros bajo tierra.

Tras identificar la entrada del túnel en un inmueble ubicado en la calle Gustavo Campa número 5, dentro del fraccionamiento Nueva Tijuana, la Patrulla Fronteriza estadounidense, en conjunto con autoridades mexicanas, realizó un cateo el pasado martes.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, anunció que se llenará el túnel con miles de galones de concreto para evitar que sea utilizado nuevamente por organizaciones del narcotráfico.