La justicia decidió otorgarle la prisión domiciliaria a la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, tras la ratificación de su condena la semana pasada a seis años de prisión e inhabilitación para ocupar cargos públicos por corrupción.
La justicia argentina resolvió disponer la detención de Fernández, de 72 años, «a partir del día de la fecha y bajo la modalidad de prisión domiciliaria» en su departamento en Buenos Aires y ordenó que se le coloque «un dispositivo de vigilancia electrónico», detalla el documento.
Sin embargo, la fiscalía argentina pidió este martes a través de un escrito, que se rechace el pedido de prisión domiciliaria realizado por la defensa de la exmandataria.
Fernández fue hallada culpable en un juicio por irregularidades en la concesión de obras viales en la sureña provincia argentina de Santa Cruz entre 2003 y 2015.