Desde este lunes entró en vigor una orden ejecutiva del gobierno de Donald Trump que prohíbe la entrada a EE. UU. a ciudadanos de 12 países, entre ellos Afganistán, Birmania, Chad, Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, según la Casa Blanca.

Además, otros siete países enfrentarán importantes restricciones de visado, entre ellos, Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.

El presidente Donald Trump defendió la prohibición de entrada de estos países, en su mayoría de África y Medio Oriente, argumentando que la medida es clave para proteger la seguridad nacional y evitar posibles amenazas terroristas en territorio estadounidense.

De igual forma, la administración de Trump busca con esta nueva medida frenar el ingreso de refugiados y endurecer aún más las restricciones a la inmigración ilegal, en un contexto donde el gobierno intensifica su ofensiva contra los migrantes sin documentos en el país.

Varios de los países incluidos en la prohibición mantienen tensas relaciones con Estados Unidos, como es el caso de Irán y Afganistán, mientras que otros atraviesan profundas crisis políticas y humanitarias, como Haití y Libia.

La restricción no afectará a los futbolistas que competirán en el Mundial 2026, evento que EE. UU. organiza junto a Canadá y México, ni a los deportistas que participarán en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

Además, el personal diplomático de los países incluidos en la prohibición quedará exento de esta medida.

La semana pasada, al anunciar la prohibición de entrada, el presidente Trump la justificó citando un reciente ataque contra la comunidad judía en el estado de Colorado, al que calificó como un acto de terrorismo.