Las autoridades de Honduras informaron este miércoles sobre el decomiso de un lanzacohetes, varios fusiles de asalto, chalecos antibalas y equipos de vigilancia en la Penitenciaría Nacional de Támara, ubicada a unos 20 kilómetros de Tegucigalpa.
El arsenal fue encontrado oculto en el área de la cocina de un pabellón controlado por internos vinculados a las pandillas.
El director del Instituto Penitenciario, coronel Ramiro Muñoz, detalló el armamento incautado y agregó que también se encontró dinero en efectivo, drogas y 40 enrutadores de internet.
La requisa se realizó luego que hace pocos días, más de 160 reos de las pandillas del barrio 18 y MS, fueran trasladados desde esa prisión a dos cárceles de máxima seguridad.
Las autoridades hondureñas han advertido que las prisiones del país representan una “bomba de tiempo”, debido al grave hacinamiento y al hecho de que muchas funcionan como centros de mando para pandillas y redes del crimen organizado.