La policía federal alemana, en coordinación con las autoridades portuguesas, inició este martes una nueva operación de rastreo en el Algarve, al sur de Portugal, donde en 2007 desapareció Madeleine McCann, la niña británica de entonces tres años. Las labores de búsqueda, que se extenderán hasta el viernes, abarcan una zona rural de unas 50 hectáreas entre Praia da Luz y la antigua residencia del principal sospechoso, Christian Brückner.

El operativo ha incluido el acordonamiento de áreas en la localidad de Atalaia, donde los agentes han inspeccionado ruinas y pozos con equipos de radar capaces de detectar objetos a varios metros de profundidad. Esta es la primera gran acción sobre el terreno desde las excavaciones realizadas en 2023, en el embalse de Arade, sin resultados significativos.

Brückner, ciudadano alemán con antecedentes por delitos sexuales, cumple actualmente una condena en su país por la violación de una mujer en la misma zona del Algarve en 2005. A pesar de ser el principal sospechoso del caso McCann desde 2020, no ha sido formalmente acusado por la desaparición, ante la falta de pruebas concluyentes. Su eventual liberación está prevista para septiembre si no se presentan nuevos cargos.

Las autoridades alemanas no han revelado los fundamentos precisos de esta nueva búsqueda, aunque la orden fue emitida por la fiscalía de Braunschweig. Mientras tanto, los padres de Madeleine reiteraron su esperanza de alcanzar justicia, a 18 años del caso que conmocionó a la opinión pública internacional.

La policía británica, aunque no participa directamente en el operativo actual, mantiene abiertas sus investigaciones y ha recibido financiación adicional del gobierno para continuar con las pesquisas. La desaparición de Madeleine McCann sigue siendo uno de los casos sin resolver más emblemáticos de Europa.