Cinco elementos de la Policía Estatal Preventiva de Chiapas, México, fueron emboscados y asesinados el lunes, mientras efectuaban un recorrido de vigilancia en Frontera Comalapa, municipio ubicado en una zona rural cercana a la frontera con Guatemala.

Tras el ataque, sus cuerpos fueron hallados totalmente calcinados dentro de la patrulla oficial.

De acuerdo con la Fiscalía General del Estado, el ataque se registró cerca de la 1:00 de la tarde en un camino de terracería que une el ejido Las Champas con Ciudad Cuauhtémoc, a la altura de un basurero.

La patrulla marcada número 23057 fue interceptada por hombres armados que abrieron fuego de manera sorpresiva, dejando sin posibilidad de defensa a los cinco agentes que se encontraban en el vehículo.

Después de la emboscada, los agresores prendieron fuego a la patrulla con los cinco agentes en su interior.

En la escena del crimen se localizaron cerca de 700 casquillos provenientes de diversos calibres, lo que evidencia la magnitud y violencia del ataque contra los elementos policiales.

La patrulla atacada transitaba por un tramo de carretera sin resguardo institucional, dentro de una zona catalogada como de alto riesgo por la presencia de grupos criminales.

El gobernador de Chiapas Eduardo Ramírez informó sobre el despliegue de mil elementos para dar con los responsables y advirtió que “no permitirá que regrese la violencia a Chiapas”.

A tan solo 300 metros del sitio del atentado se localiza un paso fronterizo no oficial hacia La Mesilla, en Guatemala, ruta por la que se presume escaparon los atacantes tras cometer el crimen.