Al menos 153 personas murieron y más de 3 mil resultaron desplazadas por las intensas inundaciones que golpearon la localidad de Mokwa, en el estado de Níger, en el centro-norte de Nigeria, según cifras oficiales confirmadas este lunes por la Agencia Estatal de Emergencias. No obstante, líderes comunitarios locales estiman que el número de víctimas supera los 200.
Las lluvias torrenciales, iniciadas durante la madrugada del jueves, provocaron un repentino desbordamiento que sumergió más de 500 viviendas y dejó comunidades enteras bajo el agua en cuestión de horas. Dos puentes colapsaron y las principales carreteras de acceso fueron destruidas, dificultando las labores de rescate.
“Perdí a nueve miembros de mi familia. Nuestra casa fue arrasada. Lo perdimos todo”, relató Adamu Yusuf, residente de Mokwa, visiblemente afectado por la tragedia. Las autoridades han suspendido las operaciones de rescate, al considerar improbable hallar sobrevivientes, y centran ahora los esfuerzos en recuperar cuerpos para evitar brotes de enfermedades.
El presidente Bola Tinubu expresó su profunda preocupación por el desastre y prometió asistencia inmediata a los afectados. En un comunicado, aseguró que “ningún nigeriano quedará abandonado”.
Las inundaciones son frecuentes durante la temporada de lluvias en Nigeria, pero la magnitud del desastre en Mokwa ha sido inusualmente alta, impulsada por la combinación de fenómenos extremos asociados al cambio climático y la falta de infraestructura preventiva.