Legisladores republicanos en la Cámara Baja de EE. UU. plantean aplicar un impuesto del 5% a las remesas enviadas al extranjero.
La propuesta, respaldada por Donald Trump, forma parte de un paquete legislativo centrado en migración y seguridad fronteriza.
La polémica propuesta republicana afectaría a residentes permanentes, personas con visas temporales de trabajo y migrantes en situación irregular. Solo los ciudadanos estadounidenses quedarían exentos de este impuesto a las remesas.
El impuesto del 5% propuesto por los legisladores republicanos aplicaría a todas las transferencias internacionales de dinero, sin importar el país de destino.
Sin embargo, aún no se ha explicado cómo se recaudaría ni qué entidad lo administraría.
De aprobarse la medida, el impacto sería fuerte en América Latina. Solo en 2023, se enviaron desde EE. UU. unos $656 mil millones en remesas, según el Banco Mundial.
México lideró con $63,300 millones, un 7,6% más que el año anterior.
En varios países de América Latina y el Caribe, las remesas no solo son ayuda familiar, sino clave para la economía. Representan el 27% del PIB en Nicaragua, 25% en Honduras, 23% en El Salvador, 19% en Guatemala, 18% en Haití y 17% en Jamaica.
Expertos advierten que este impuesto podría reducir el flujo de dinero hacia estos países, aumentar los costos de las transferencias y fomentar el uso de canales informales no regulados.