La policía española desmanteló una red criminal china que traficaba con mujeres asiáticas para explotarlas sexualmente en España, Grecia y Estados Unidos. Durante la operación, se liberaron a 33 víctimas, incluida una menor de edad, y se clausuraron dos prostíbulos.
Treinta personas fueron detenidas en diversas ciudades, como Barcelona y Madrid.
La banda, conocida como «Tian Xia She», utilizaba engaños para captar a mujeres jóvenes en situación de vulnerabilidad, prometiéndoles un futuro mejor en el extranjero, pero las obligaba a prostituirse en condiciones extremas. Las autoridades calificaron la organización de «particularmente violenta».
Además de la trata de personas, la red se dedicaba a actividades ilegales como el tráfico de inmigrantes chinos con documentos falsificados, facilitando su ingreso irregular a Europa y luego a Estados Unidos.
