El gobierno del Reino Unido, liderado por el primer ministro Keir Starmer, anunció reformas significativas en su política migratoria, con el objetivo de «recuperar el control de las fronteras» de su país y reducir la inmigración.
El mandatario afirmó que con estas medidas el número de inmigrantes “disminuirá” de forma «significativa» antes de las próximas elecciones legislativas de 2029.
También se impondrán restricciones significativas a la contratación internacional en el sector salud, impidiendo que hospitales y residencias médicas recluten personal directamente del extranjero.
Además, se limitará el tiempo que los estudiantes extranjeros podrán permanecer en el país tras finalizar sus estudios.
Starmer, señaló que la inmigración neta al Reino Unido alcanzó las 728,000 personas entre junio de 2023 y junio de 2024, una cifra elevada aunque menor al récord de casi un millón registrado el año anterior.
El gobierno británico enfrenta creciente presión para frenar la llegada de migrantes que cruzan el Canal de la Mancha desde Francia en embarcaciones peligrosas.
En 2024, más de 36,800 personas realizaron esta peligrosa travesía, según datos oficiales, y al menos 84 perdieron la vida en el intento, incluyendo 14 menores.