La Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha actualizado su Código Deportivo para imponer sanciones más severas contra el uso de lenguaje ofensivo en la Fórmula 1. Las multas comenzarán en 40.000 euros y podrían incluir la pérdida de puntos o incluso suspensiones en casos de reincidencia. También se castigarán declaraciones políticas o religiosas contrarias a la neutralidad del organismo.  

Los comisarios serán los responsables de aplicar las sanciones por «conducta inapropiada», que abarca insultos, expresiones ofensivas y cualquier incitación a la agresión. Además, los infractores deberán disculparse públicamente. Esta medida podría intensificar las tensiones entre la FIA y pilotos como Max Verstappen, quien ya tuvo sanciones por declaraciones polémicas.  

El presidente Mohammed Ben Sulayem también ha prohibido las quejas contra los comisarios, declarándolas «inadmisibles» según el nuevo reglamento. A meses de terminar su mandato, el dirigente emiratí refuerza su postura disciplinaria en el campeonato.