En medio de críticas crecientes y protestas convocadas por organizaciones sociales, el embajador de Estados Unidos en Panamá, Kevin Cabrera, aseguró que el reciente acuerdo firmado entre ambos países no implica la instalación de bases militares estadounidenses en suelo panameño.
El pacto, que permite a EE.UU. utilizar tres instalaciones aéreas y navales para entrenamientos y ejercicios conjuntos durante tres años prorrogables, fue firmado hace un mes por el jefe del Pentágono, Pete Hegseth. Sin embargo, sectores panameños han advertido que este convenio podría violar la soberanía nacional y revivir la presencia militar extranjera que existió hasta la entrega definitiva del Canal en 1999.
Cabrera, designado por el presidente Donald Trump, afirmó que “gran parte de lo que se dice es falso” y que el convenio respeta la legislación vigente.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, también respaldó públicamente el acuerdo, descartando su cancelación. No obstante, el tema sigue generando polémica, sobre todo después de que Trump sugiriera que Estados Unidos podría recuperar el Canal de Panamá si percibe que está bajo influencia china.
Aunque los tratados del Canal de 1977 prohíben expresamente la presencia de bases militares extranjeras, disposiciones posteriores del Congreso estadounidense facultan a Washington a intervenir si considera que el canal está en riesgo.