Donald Trump sorprendió al anunciar a través de Truth Social su intención de reabrir y ampliar Alcatraz, la emblemática prisión situada frente a San Francisco.
Según explicó, el objetivo es convertirla en un centro para recluir a los criminales más peligrosos del país. Para Trump, esta medida representaría un nuevo símbolo de firmeza frente al crimen, y marcaría el regreso a una política de “mano dura” dentro del territorio estadounidense.
Aunque Alcatraz cerró sus puertas como cárcel hace más de 60 años, el presidente propone recuperarla pese a los altos costos que históricamente implicó su operación. Hoy funciona como parque nacional y sitio turístico, por lo que cualquier intento de reinstalar allí una prisión requeriría cambios legales y una gran inversión.
Además, expertos señalan que el sistema carcelario actual ya tiene capacidad disponible y no necesita nuevas instalaciones.
La propuesta ha generado rechazo inmediato por parte de figuras del Partido Demócrata, quienes la consideran irreal y fuera de lugar. A esto se suma la controversia por las recientes políticas del presidente, como el traslado de presuntos pandilleros a cárceles en el extranjero.