El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue trasladado este jueves desde la unidad de terapia intensiva a una sala de internación común, tras mostrar signos de mejoría luego de una compleja cirugía abdominal realizada el pasado 13 de abril. Según el último parte médico, su condición es “estable”, aunque permanece sin fecha prevista de alta.
Bolsonaro, de 70 años, fue intervenido quirúrgicamente durante 12 horas para tratar una obstrucción intestinal derivada de la puñalada que sufrió en 2018 durante su campaña presidencial. Desde entonces ha enfrentado múltiples procedimientos médicos relacionados con aquella lesión. El hospital privado de Brasilia donde permanece internado aseguró que el exmandatario presenta presión arterial controlada y mejora progresiva en los movimientos intestinales espontáneos.
El tratamiento del exmandatario ha coincidido con un momento delicado en el plano judicial. Cinco semanas atrás, la Corte Suprema de Brasil autorizó su enjuiciamiento por un presunto intento de golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022. Bolsonaro reaccionó con molestia a la visita de una funcionaria judicial que le notificó formalmente sobre el proceso en plena recuperación médica, hecho que precedió a un empeoramiento clínico temporal.
El juicio podría acarrearle una condena de hasta 40 años de prisión. Pese a estar inhabilitado políticamente hasta 2030, Bolsonaro insiste en que planea regresar a la contienda presidencial en 2026, mientras se declara inocente y denuncia una persecución política. Su entorno más cercano ha reiterado que se trata de una maniobra judicial para neutralizar a la derecha brasileña.