Donald Trump vuelve a lanzar duras críticas contra el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, quien en una entrevista hecha por la revista The Wall Street Journal, aseguró que la península de Crimea no es un territorio que su administración le piense otorgar a Rusia para poner fin a la guerra.

La lectura de Trump sobre dicha postura es que sus declaraciones dificultan alcanzar acuerdos de paz, regresando al punto de descontento que llevó a que Zelenski fuera expulsado de la Casa Blanca.

A través de su plataforma Truth Social, Trump afirmó que Crimea ni siquiera es un punto de discusión, responsabilizando al gobierno de Barack Obama por haber permitido la anexión sin resistencia en 2014. «¿Por qué no lucharon por ella entonces?», cuestionó el líder republicano, quien sostiene que insistir en su recuperación ahora solo prolonga el conflicto.

Zelenski, por su parte, fue claro: “No hay nada de qué hablar. Crimea es tierra ucraniana”. Esta postura ha sido reiterada por Kiev, incluso mientras funcionarios europeos y estadounidenses presionan por un acuerdo que podría implicar concesiones territoriales. Según reportes, Estados Unidos ha propuesto congelar la línea del frente, permitiendo que Rusia conserve territorios ocupados.

Trump calificó de “incendiarias” las declaraciones de Zelenski y afirmó que Ucrania puede optar entre alcanzar la paz ahora o prolongar la guerra durante años más. Aseguró además que se está cerca de un acuerdo, pero que la intransigencia del liderazgo ucraniano podría arruinarlo todo.

La semana pasada el secretario de Estado de Estados Unidos advirtió que su país podría retirarse de la mesa de diálogo si no encuentran una solución próxima para poner fin a 3 años de guerra entre Rusia y Ucrania.

El presidente Donald Trump reiteró esta postura y advierte que, si no se logra pronto una solución, Estados Unidos podría retirarse del proceso.