Una nueva ola de violencia golpeó al estado de Benue, en el centro de Nigeria, donde al menos 56 personas fueron asesinadas por presuntos ganaderos armados en una sola noche, según confirmó el gobernador Hyacinth Alia. Las masacres ocurrieron en comunidades rurales de las áreas de Logo y Ukum, donde todavía se siguen recuperando cuerpos, por lo que la cifra podría aumentar.
Este tipo de enfrentamientos no es nuevo en la región. Desde hace años, ganaderos principalmente del grupo étnico fulani han estado en conflicto con comunidades agrícolas por el control de tierras y recursos hídricos. Aunque en teoría se trata de disputas territoriales, en la práctica los ataques se han vuelto cada vez más letales y organizados. Según el gobernador, solo en la zona de Logo se encontraron 27 cuerpos, y en Ukum otros 29. A esto se suman ataques previos esta misma semana que dejaron al menos 11 muertos más en Otukpo, y más de 50 asesinatos en el estado vecino de Plateau.
De acuerdo con datos de la firma SBM Intelligence, más de 500 personas han muerto en este tipo de conflictos desde 2019, y al menos 2,2 millones han tenido que desplazarse. La policía local también reportó que en uno de los ataques más recientes, un grupo de pastores disparó contra cinco agricultores y luego se enfrentó con los oficiales, provocando más muertes. La violencia en esta zona agrícola clave está afectando también el suministro de alimentos, lo que agrava aún más la crisis humanitaria en Nigeria.
