El presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió a Alemania sobre el envío de misiles a Ucrania y que sean usados contra el ejército ruso.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, aseguró que “sería útil que el líder de la Unión Democrática Cristiana de Alemania se diera cuenta de lo siguiente: sin la asistencia militar directa de Bundeswehr no es posible disparar estos misiles de crucero en combate, por lo que un ataque con ellos, que tenga como objetivo cualquier instalación rusa o infraestructura crítica de transporte, todo esto sería considerado como una participación directa de Alemania en las hostilidades del lado del régimen de Kiev, con todas las consecuencias para alemania”.
Esta amenaza representa un punto de inflexión en las relaciones diplomáticas entre Moscú y Berlín. La posibilidad de que Alemania proporcione misiles de precisión a Ucrania ha encendido las alarmas en el Kremlin, que interpreta esta decisión como una escalada directa del conflicto en Europa del Este.
El momento de la advertencia no es casual. Con el conflicto entre Rusia y Ucrania intensificándose, la influencia de las potencias europeas se vuelve cada vez más crucial. Moscú busca frenar la colaboración militar entre Alemania y Ucrania antes de que se materialice.