La presidenta, Claudia Sheinbaum ha rechazado tajantemente la posibilidad de que Estados Unidos lleve a cabo ataques con drones contra cárteles en territorio mexicano. Durante su conferencia matutina del 8 de abril, Sheinbaum dejó en claro que México no está de acuerdo con ninguna forma de intervención militar extranjera, por más bien intencionada que se declare.

La declaración se da luego de que un medio de comunicación estadounidense revelara que la administración de Donald Trump estaría considerando el uso de drones armados para atacar objetivos vinculados al narcotráfico al sur de la frontera. Aunque el plan aún no ha sido confirmado por la Casa Blanca, fuentes indican que la estrategia contempla desde operaciones conjuntas hasta acciones unilaterales sin el consentimiento del gobierno mexicano.

Sheinbaum subrayó que estas medidas no resuelven el problema de raíz y que la verdadera solución radica en atender las causas estructurales del crimen organizado. Además, recordó que existe un canal constante de diálogo en temas de seguridad entre ambos países, lo que, según ella, reduce la probabilidad de que se tomen decisiones unilaterales por parte de Washington.

El uso de drones para bombardear objetivos en México sería un precedente sin igual y colocaría a ambas naciones en una situación diplomática delicada. Analistas advierten que, de ejecutarse sin aprobación mexicana, la medida podría violar el derecho internacional y comprometer la cooperación bilateral en temas estratégicos como migración, comercio y seguridad.