Durante un vuelo presidencial a bordo del Air Force One, presidente Donald Trump presentó un prototipo de lo que denominó la “tarjeta Trump”, una nueva visa estadounidense que, según dijo, estará disponible en menos de dos semanas.

Mostrando una imagen con su propio rostro impreso en la tarjeta, Trump se declaró como su primer comprador y calificó la iniciativa como “bastante emocionante”. Aseguró que esta propuesta busca atraer personas con altos ingresos y habilidades especiales, incentivando la inversión en Estados Unidos.

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La “tarjeta Trump” sería una versión más costosa de la tradicional green card, pero con beneficios extendidos, incluyendo una posible vía hacia la ciudadanía. Según explicó, esta nueva visa estaría enfocada en quienes puedan generar empleos en el país, como empresarios, inversionistas o profesionales altamente calificados.

Además, el mandatario afirmó que el programa podría reemplazar a la visa de inversionista EB5, actualmente existente, y ayudaría a reducir el déficit nacional a través de la captación de capital extranjero.

Trump ya había adelantado esta idea en febrero, cuando mencionó que su administración aspiraba a vender “quizás un millón” de estas tarjetas. En aquel momento, no descartó que personas acaudaladas de distintas nacionalidades, incluyendo oligarcas rusos, a quienes se refirió como “muy buenas personas”, puedan ser elegibles.